El lado más oscuro y enigmante del Tarot es su origen. Ciertamente nunca sabremos de
donde procede con la exactitud de alguna muestra científica, bien sea histórica o
arqueológicamente, pero a través del “Principio Hermético de Correspondencia”, al que
llamaríamos Ley de la analogía, podemos hacer comparaciones y descubrir muchas
correspondencias entre los simbolismos universales religiosos y los jeroglíficos de las
imágenes del Tarot. A este respecto detallaremos más adelante después de revisar algunas
teorías sobre el origen del Tarot, tema que nos hemos dispuesto a investigar profundamente
puesto que el principio filosófico y poético del Tarot no podría entenderse si no conocemos
su procedencia.
Existen diferentes documentos y datos históricos en los que puede destacarse la presencia
del Tarot. El más antiguo se trata de un decreto firmado por Carlos V de Francia en el año
1369, donde figura el juego de cartas con su antiguo nombre “naibis”, palabra de la que
derivó “naipes”. Se presume que estas cartas fueron prohibidas por especulación religiosa y
por su utilización como juego de apuesta. En este mismo siglo, en el año de 1392, puede
que haya sido anulado este decreto, puesto que el Rey Carlos VI comisionó al pintor
Jacquemin Grigoneur para que le diseñara un paquete de barajas especiales, aunque esto no
quiere decir que este pintor diseñara el Tarot, puesto que varias cartas de la época aún
existen, y se cree que los dibujos hechos por Grigoneur fueron copiados de algún otro juego
de Tarot.
En el siglo XVIII Nicolás Conver hace una edición del diseño más antiguo de Tarot que
es utilizado comúnmente en nuestros días, es el denominado Tarot de Marsella. Tiene este
nombre por la ciudad porteña francesa de Marsella, por la cual se presume fue introducido
el Tarot procedente de un barco que venía desde Italia. Algunos autores piensan que estas
cartas procedían con anterioridad desde Alemania porque los personajes aparecen vestidos
con trajes típicos de la Alemania medieval.
Finalizando el siglo XVIII, el francés Antoine Court de Gebelin se encarba de sacar al
Tarot del oscuro rincón en el que la historia lo tenía guardado. Este taromántico interpretó
las imágenes de las cartas como un sistema de antiguos jeroglíficos que tenían procedencia
egipcia. Aunque hoy no se cuentan con los registros o datos concretos que demuestren esta
teoría, si profundizamos en los simbolismos del Tarot, no es difícil especular que este sea
realmente su origen.
TEORÍA DE LA PROCEDENCIA EGIPCIA
Con respecto a la procedencia egipcia del Tarot, se ha tomado en cuenta la existencia de
una leyenda egipcia que cuenta que el Dios Thot, padre de la sabiduría, tuvo la gran
necesidad de registrar todos los conocimientos sobre la creación, la naturaleza y las leyes
de la vida. Se ha relacionado al Tarot con esta recopilación de conocimientos, que es el
libro perdido de Thot. Este Dios tiene correspondencia con otros personajes, como el
hebreo Enoc, el Griego Hermes y el romano Ptolomeo, muchos investigadores piensan que
estos son diferentes nombres que dieron diferentes culturas a una misma persona. Hoy en
día se resume este personaje con el nombre de Hermes Trimegisto (Hermes el tres veces
grande) que es el fundador de la doctrina Hermética y se considera padre del esoterismo.
Para dar una idea de la importancia de este personaje, cabe mencionar que fue considerado
el escriba de los dioses, puesto que el fue el inventor de la escritura jeroglífica. Los
esotéricos, que siempre se han maravillado con las enseñanzas herméticas y con el Tarot,
no pudieron evitar el atribuirle a este gran personaje esta gran obra. Por eso en muchos
textos se menciona como creador del Tarot a Hermes Trimegisto.
El Tarot es un libro. Este libro está dividido en cinco partes esenciales: los 22 Arcanos
Mayores es el primer libro y los 56 Arcanos Menores que a su vez se dividen en cuatro
libros (copas, espadas, oros y bastos). Como una referencia, encontramos que el libro de
Moisés también tiene cinco partes y se denominan en sí mismas “Tora” (casi Tarot al revés)
palabra que significa Ley. Se ha relacionado la procedencia del Tarot con la tradición de la
Cábala Judía, que es evidente en cuanto al mismo fundamento numérico de las 22 letras del
alfabeto hebreo y los 22 Arcanos Mayores. Y si vamos al origen de los orígenes, no es un
secreto que Moisés fue criado entre egipcios y se presume que fue un iniciado de los altos
conocimientos religiosos de esta cultura. Hay una cadena de coincidencias a partir de estos
hechos: hagamos un poco de memoria.
Sabemos que Moisés era de origen hebreo, pero fue puesto en una cesta de niño y
arrojado al río Nilo, entonces fue rescatado y criado por los egipcios. La nación hebrea era
prácticamente un pueblo de esclavos que estaban al servicio de los egipcios. Al crecer,
Moisés se convirtió en el libertador de su pueblo logrando un frágil acuerdo con el Faraón
que le permitiera liberar a su gente. Esta liberación del pueblo hebreo fue la denominada
Diáspora, en la que Moisés dirigiría a su pueblo a la Tierra prometida por Dios para
establecer la nación de Israel. El paraje más famoso de esta historia es cuando Moisés debió
abrir las aguas del mar para que su gente huyera de los arrepentidos egipcios que los
perseguían con el objetivo de esclavizarlos de nuevo.
Los hebreos y judíos se convirtieron en unos errantes eternos, Moisés murió sin que estos
encontraran la Tierra prometida, y aún hoy en día sabemos que están peleándose en el
medio oriente por su espacio sobre el planeta. Es curioso comparar y obtener como
resultado que la procedencia de los mismos gitanos, zíngaros, Gipsys, que no son más que
nómadas y errantes por excelencia, pueden estar relacionados con estos ancestros. Han sido
los gitanos los encargados de difundir el Tarot y sus barajas por el mundo, han sido los más
famosos por la utilización de este método como una mancia o instrumento predictivo.
Quizás este libro sagrado de jeroglíficos fue pasando de generación en generación desde
antes de la Diáspora, ¿Se habrán inspirado en su diseño del libro de Thot Egipcio?.
Se cree que antiguamente las cartas del Tarot correspondían en realidad a “letras”
impresas en complejos simbolismos para que no fueran descifradas por los ignorantes. Se
piensa que el Libro de Thot tenía algo como 108 láminas de oro que correspondían a cada
página de la obra. Si los jeroglíficos fueron copiados en papiro, y luego este libro, por
considerarse Divino, era consultado por los antiguos, seguramente el oráculo era utilizado
como todavía es costumbre hacerse con la Biblia: se hace una pregunta con el libro entre las
manos y se abre para leer una frase al azar y encontrar guía. Luego seguramente se
deshojaron las páginas del Libro del Tarot y comenzaron a usarse escogiendo varias
páginas al azar y colocándose sobre una mesa para relacionarlas entre sí, como es el método
Gitano.
Otro punto más curioso todavía es la descripción de algunas figuras del Tarot en la
Biblia y más evidentemente en el libro del Apocalipsis. La descripción exacta de algunas
cartas es un tema que profundizaremos más adelante, pero podemos destacar que los
mismos simbolismos del Tarot aparecen en el Antiguo Testamento y que el Apocalipsis
tiene mayores coincidencias, poniendo de relieve que tiene 22 capítulos que pueden
relacionarse a los 22 Arcanos Mayores. Se ha especulado sobre si el Autor del Apocalipsis,
presuntamente San Juan, utilizaría las cartas del Tarot de manera predictiva para describir
el porvenir de la iglesia. Sólo tenemos dos alternativas, o realmente San Juan usó las cartas
del Tarot predictivamente, o fue inspirado por los conocimientos del libro original de los
Arcanos Mayores que estuvo entre sus manos en aquella época.
Les confieso que yo particularmente estoy convencida de la antigüedad milenaria del
Tarot, aunque con seguridad los diseños contemporáneos, incluso los más antiguos del
siglo XIV y XV no se asemejan al original, quizás Egipcio. El Tarot es un conjunto de
jeroglíficos, es un libro escrito en el sistema de letras más antiguo conocido, el de las
imágenes, los símbolos, los jeroglíficos. El Tarot es el libro universal y absoluto por
excelencia. Cada carta contiene una Ley universal.
EL TAROT HASTA NUESTROS DÍAS
La oscuridad que reina sobre la historia del Tarot se justifica por la vigencia del Tribunal
del Santo Oficio, mejor conocida Inquisición. Esta fue creada por el papa Gregorio IX en
las instrucciones de 1231 y 1235, y como todos sabemos, tenía el objetivo de eliminar
literalmente a todo aquel que practicara brujería y hechicería, por considerarse una práctica
demoníaca. Entonces fueron considerados como brujos y herejes todos aquellos que
practicaban la alquimia, astrología, Tarot, junto con los mismos brujos y otros incautos.
Salta a la vista para la sociedad civilizada de hoy, que este tribunal tenía como trasfondo
una conveniencia política donde el abuso de poder es distinguible. La Inquisición terminó
en 1834 en España. Para este tiempo, Court de Gebelin, quien propone a Egipto como
origen del Tarot, ya había sustraído de nuevo a la luz este conocimiento prohibido.
A medida que empezó a transcurrir el siglo XIX el Tarot se hace un blanco de atención
entre los ocultistas y se especuló sobre sus orígenes egipcios, hebreos, hindúes, así como
también se dijo que procedía de alguna secta hermética precristiana, de los gnósticos, como
un tratado de alquimia y lo más inverosímil, como originario de la perdida Atlántida. Este
es uno de los libros más polémicos en cuanto a su origen. Pero quizás lo más importante de
estas teorías no es de donde proceda, sino que hace presencia un factor en el que los
simbolismos del Tarot son tomados como arquetipos poderosos, que no pueden ser
contemplados como un simple juego de azar, sino más bien como una clave de
entendimiento para las profundas verdades de la experiencia humana.
Algunas personas han cuestionado que siendo el Tarot tan antiguo no tendría validez su
contenido. Esto es absolutamente refutable puesto que muchas de las más grandes obras del
pensamiento humano que han inspirado al hombre de hoy son antiguas, y no por lo antiguo
desecharemos la música de Mozart, o si se quiere por lo escrito, no dejaremos de leer a
Platón o a la misma Biblia por su antigüedad. También sabemos que los antiguos tenían
algo en lo que nos superan, y es en la inspiración sobre el alma, sobre la profundidad de esa
entidad que hoy llamamos, más técnicamente, subconsciente.
A mediados del siglo XIX Eliphas Levi hace asociaciones del Tarot con la tradición
mística de la Cábala, este mismo autor consideró estas cartas como una práctica para
desarrollar el auto- conocimiento. Finalizando este mismo siglo, el Tarot era difundido
como un instrumento de entendimiento psicológico por un grupo llamado Orden del Alba
Dorada, aunque fue disuelta por algunas discrepancias internas, contó con algunos
miembros que han destacado en la historia del Tarot, como Arthur Edward Waite, quien fue
líder de la organización ya nombrada en 1903. Este señor Waite escribe el libro The
Pictorial Key to the Tarot, en el que muestra las figuras del Tarot con diseños elaborados
por Pamela Coman Smith. Este autor hizo un gran esfuerzo en su vida por separar el Tarot
de su relación predictiva y de la charlatanería. Escribió en su libro ya mencionado: “El
verdadero Tarot es simbolismo; el no habla en ningún otro lenguaje y no ofrece ningún otro
signo”. El Tarot de “Rider” es uno de los más utilizados en la actualidad, fue creado por A.
Edward Waite teóricamente y diseñado por Pamela C. Smith, que era también miembro de
dicha organización. Este Tarot es llamado “Rider” por la compañía editorial que lo publicó
en 1910.